Me llaman coronavirus

2020-08-21T21:04:05+00:0021 agosto, 2020|

¿Qué soy?

Me llaman coronavirus, lo que significa que soy un veneno para el organismo de las personas y que mi forma es invisible al ojo humano.

Además, tengo una forma curva, lo cual hace pensar que siempre he estado aquí o, para hacerme entender, que no tengo ni principio ni final, por lo que he estado tanto en lo que los seres humanos llaman pasado, como en el presente así como en el futuro.

           Estoy en todos los espacios y en todos los tiempos

Al mismo tiempo, soy esa forma que viene a cumplir con la historia pasada y la futura, con las estadísticas, con los estudios y análisis de toda índole: de salud, de economía, de la sociedad y demás.

También yo, el coronavirus, vengo a cumplir con las predicciones de los visionarios, profecías varias así como todo lo impreso a lo largo de la historia que tanto estudian los seres humanos hasta llegar a hacerlo realidad.

Además, tengo un gran compromiso con ese miedo tan natural como propio del ser humano y, en concreto, con las personas de estas primeras décadas del siglo XXI.

 

Sin miedo no hay realidad porque, sin miedo, no habría nada por lo que luchar, nada por lo que ocuparse y nada por lo que pelear ni sufrir.

No habría objetivos en la vida pues el miedo hace que busquemos la felicidad, la paz, la alegría, el bienestar, aunque ese se convierta en el proceso de vida.

El miedo no es pánico, es un sentimiento básico altamente necesario para la vida.

Así que, no tengas miedo de tener miedo.

                                                                                                                      Ruth Morales

 

Al mismo tiempo y sin ánimo de ser pesado, vengo a cumplir con los deseos de muchas personas que se inquietan por la superpoblación del mundo que pone en peligro a la Madre Tierra.

Esas personas que se preocupan por esta vida capitalista-moderna-tecnológica tan superficial y material que tanto mancha la esencia del alma humana.

Sus deseos son realidad y es por ello que vengo a poner ese orden en su sitio, a lo que muchos denominan «nuevo orden mundial», que la población mundial merme por mi causa y por los daños colaterales que mi presencia cause.

Haré que muchos niños no nazcan nunca, dado que muchos seres humanos estiman que no son momentos como para pensar en tener hijos y entonces, yo cumplo su objetivo para solucionar el problema de superpoblación mundial así como contribuir con la mutación de la especie, empezando por cambiar su biología.

Por eso estoy en todos los síntomas y por eso, estoy en todo el organismo.

Yo, el coronavirus, vengo a poner en entredicho la tan poderosa ciencia médica porque tengo todas las posibilidades en mí y me disfrazo y actúo según convenga a lo que el colectivo humano siga lo que considere que es su propósito de evolución.

Además, aprovecho para crear opiniones varias, opuestas, inventadas, reales, imaginadas, intencionadas entre los seres humanos por mi causa, dado que, de lo contrario, no habría motivos para que las personas se expresen o bien, para que tengan un propósito en sus vidas.

Algunas piensan que yo he sido creado para matarlos y/o para esclavizarlos con el fin de cambiar el orden mundial. Al final, yo solo cumplo con sus deseos.

Otros afirman que soy la consecuencia de la baja conciencia humana pues piensan y creen que tienen mucho por aprender para llegar a ser más espirituales, más parecidos a Dios, a lo que llaman evolución del alma.

Por estas personas también estoy en escena, pues me necesitan como referencia para el cambio que tanto les afligía.

Nadie me ha creado ni soy la consecuencia de nada, pues yo siempre he existido.

Lo que ocurre es que ahora es cuando me ha tocado salir a escena, llamado insistentemente por tantas causas. 

Vengo porque la mayoría de los seres humanos, no importe su raza, religión y/o creencias místicas y filosóficas me han llamado como consecuencia de considerarse tan malos. Y yo estoy contento porque actúo en todos estos escenarios.

Yo, el coronavirus, vengo a cumplir con este sentimiento de culpa de las personas del mundo porque ese es el sentimiento predominante en esta realidad humana y por ello, tengo mucho trabajo por hacer.

No soy ni malo ni bueno, solo soy una forma que te ayuda a ti, ser humano, a ser más inteligente o más tonto, más poderoso o más ignorante, mejor persona o peor persona, a cumplir con tu propósito o a darte cuenta de que no tienes ninguno.

Gracias a esto, yo vivo, es mi caldo de cultivo y si yo no puedo venir, vendrá alguien de mi familia u otras entidades que existen en la eternidad.

También tengo una función especial y particular para pocos seres humanos y es la de demostrar cómo funciona esa su realidad física, momento en el que esos pocos seres humanos dejan de mirarme y de buscarme.

Es por eso que, si estoy aquí es porque esos seres humanos que logran comprender justo lo que acabo de expresar, son escasos en número y que NO es por ellos que mi función comienza.

Sin embargo, ellos me verán actuar, como todos y me experimentarán.

Yo, el coronavirus y demás entes visibles como invisibles, estamos muertos de hambre y ustedes nos dan de comer, Humanidad.

Éramos una posibilidad que siempre existió pero que se hizo realidad porque fue necesario. Era nuestro guion, el cual tiene que ver con el de la Humanidad, pues es el mismo.

Por eso nos multiplicamos y damos las gracias, gracias eternas por la abundancia que nos brindan y por hacernos partícipes de esa realidad física tan golosa y tan emocionante.

¡Busca y yo vendré!

¡Siéntete culpable y yo vendré!

¡Analízame y yo vendré!

¡Busca mi causa o mi causante y yo estaré presente por toda la eternidad!

¡Gracias, gracias, gracias!


Si quieres comprender la esencia y sentido de este artículo, tienes que usar otra inteligencia diferente a la que todos usamos y a la que tienes ACTUALMENTE, así como siempre.

A la inteligencia que me refiero, la llamo INTELIGENCIA GLOBAL.

Ya sé que eres muy inteligente pero yo no estoy hablando de eso.

Hablo de ver la vida desde una comprensión global donde todo ocurre y donde, por una lógica coherente, tendrás todas las respuestas, pues todo es lo mismo, todo siempre fue y todo será siempre igual.

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A veces, uno se encuentra con sus iguales, por muy raro que uno crea ser.

¡Gracias por tu inteligencia y por tu educación!

Un abrazo siempre y disfruta de la vida.

Ruth Morales

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